Postres: Almendras Confitadas
Recetas de Postres: Almendras Confitadas
Las almendras recubiertas con azúcar o miel fueron conocidas desde tiempos remotos y hay testimonios de que eran servidas en la antigua Roma en celebraciones familiares. Las almendras confitadas caseras pueden no lucir tan vistosas como las producidas co-mercialmente, pero las superan en gusto y textura. Guardadas en un frasco hermético conservan su sabor por más de una semana.
Tiempo: Menos de 1 hora Dificultad: Faciles Ingredientes:
1/2 kg de azúcar molida;
100 cm3 de agua;
1 cucharadita de canela;
1/2 kg de almendras.
Preparacion:
En una cacerola sobre fuego lento disolver el azúcar en el agua, revolviendo constantemente.
Agregar la canela, revolver, levantar el fuego y hervir vivamente el jarabe obtenido hasta que caiga de la cuchara formando gotas gruesas. Agregar las almendras y revolver hasta que estén bien recubiertas.
Sacar la cacerola del fuego y continuar revolviendo hasta que el jarabe se azucare.
Poner las almendras en un tamiz y sacudirlas suavemente hasta que se desprenda el azúcar sobrante. Poner el azúcar restante nuevamente en la cacerola y disolver otra vez sobre fuego bajo. Levantar el fuego y hervir hasta que el jarabe se aclare.
Agregar las almendras, revolver nuevamente hasta que estén bien cubiertas. Dejar enfriar y secar.
postres confitadas confites miel celebracion celebraciones
Las almendras recubiertas con azúcar o miel fueron conocidas desde tiempos remotos y hay testimonios de que eran servidas en la antigua Roma en celebraciones familiares. Las almendras confitadas caseras pueden no lucir tan vistosas como las producidas co-mercialmente, pero las superan en gusto y textura. Guardadas en un frasco hermético conservan su sabor por más de una semana.
Tiempo: Menos de 1 hora Dificultad: Faciles Ingredientes:
1/2 kg de azúcar molida;
100 cm3 de agua;
1 cucharadita de canela;
1/2 kg de almendras.
Preparacion:
En una cacerola sobre fuego lento disolver el azúcar en el agua, revolviendo constantemente.
Agregar la canela, revolver, levantar el fuego y hervir vivamente el jarabe obtenido hasta que caiga de la cuchara formando gotas gruesas. Agregar las almendras y revolver hasta que estén bien recubiertas.
Sacar la cacerola del fuego y continuar revolviendo hasta que el jarabe se azucare.
Poner las almendras en un tamiz y sacudirlas suavemente hasta que se desprenda el azúcar sobrante. Poner el azúcar restante nuevamente en la cacerola y disolver otra vez sobre fuego bajo. Levantar el fuego y hervir hasta que el jarabe se aclare.
Agregar las almendras, revolver nuevamente hasta que estén bien cubiertas. Dejar enfriar y secar.
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